EMPRESA FAMILIAR

Una empresa familiar se enfrenta a los retos, obstáculos y oportunidades propios de cualquier negocio. Sin embargo, también se encuentra con problemas específicos procedentes de la combinación de factores familiares y empresariales. Cuestiones como la sucesión, la propiedad y la propia gestión adquieren unas peculiaridades que deben ser enfocadas adecuadamente, de manera específica para cada organización.

  • Elaboración del protocolo familiar.
  • Análisis de alternativas de gestión.
  • Planificación fiscal en materia de Sucesiones.
  • Reestructuración organizativa.
  • Planificación estratégica.

LA SUCESIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR

Ceder el testigo en la empresa familiar es un proceso difícil y que, en ocasiones, culmina de la peor manera: con el cierre de la empresa por mala gestión. Y es que si cualquier cambio requiere de importantes esfuerzos de preparación y adaptación, el traspaso del mando de padres a hijos en las empresas familiares supone riesgos adicionales. Por ello, es importante que prepare con antelación este cambio estratégico. Algunos aspectos que debería tener en cuenta en este proceso son:

  • Antelación. El relevo generacional debe comenzar con la preparación de los sucesores.
  • Formación. Los hijos que se harán cargo del negocio familiar deben conocerlo desde dentro y deben haber recibido formación sobre aspectos como la filosofía de la empresa, el funcionamiento de las distintas áreas y cómo interactúan entre ellas, los procesos, excelencia y calidad.
  • Liderazgo. Además de ser el hijo del jefe, y de haber contado con una preparación óptima, el sucesor debe tener dotes de liderazgo para poder contar con la autoridad necesaria y ser respetado por todos los trabajadores, incluso aquéllos de mayor trayectoria y experiencia en la empresa.
  • Adaptación de la empresa. La organización debe asimilar este cambio y el sucesor también. Una buena manera es que un empleado de larga trayectoria y experiencia en la empresa ejerza de “mentor” durante los primeros años.
  • El cambio de mando. Adelantar el traspaso de funciones en la empresa familiar puede no ser una buena idea por la falta de experiencia del sucesor. Retrasarla tampoco, ya que el “heredero” puede perder interés en continuar con el negocio familiar. Dar con el momento adecuado y contar con el consenso de familiares y empleados es difícil y sólo con tiempo y con mucha comunicación se podrá facilitar este paso.